Cómo comenzó
Todo comenzó en 1969 con la creación de un estándar de comunicación infalible: TCP/IP. Esta norma divide los mensajes en paquetes que se mueven en todas las direcciones antes de volver a ensamblarlos cuando llegan. Esta idea se desarrolló por encargo del Pentágono durante la Guerra Fría y ha tenido un desarrollo fructífero y exponencial. Desde los años 50, el gobierno estadounidense se planteó cómo proteger el aparato estatal contra un posible ataque nuclear soviético.
La solución vino de la Rand Corporation, EL grupo de expertos de la Guerra Fría. En 1964, un investigador llamado Paul Baran propuso la creación de una red de comunicaciones, sin un centro. Si la red hubiera tenido un centro neurálgico, por así decirlo, en el que se centralizaran todas las decisiones, los soviéticos seguramente habrían apuntado suficientes misiles contra ella para destruirla.
Por ello, se propuso crear una serie de centros nerviosos, todos iguales e interconectados, para que la red siguiera funcionando aunque se destruyeran varios de ellos.
Inicialmente, la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada (ARPA) del Departamento de Defensa de Estados Unidos financió las primeras partes de esta red descentralizada, que debía conectar a los investigadores de las universidades, la industria y el Departamento de Defensa.
Así, en diciembre de 1969, nació ArpaNet, formada por cuatro centros de conmutación (tres en California y uno en Salt Lake City).
Una red se vuelve científica
Originalmente, la red debía permitir a los investigadores de Arpa realizar cálculos serios a distancia, utilizando software que no tenían pero que sus colegas del otro lado del país podían tener en sus ordenadores.
Sin embargo, en los años 70, los investigadores conectados a ArpaNet encontraron un nuevo uso para la red. Comenzaron a mantener correspondencia con sus colegas sobre sus investigaciones. A medida que se desarrollaban las amistades, la red se utilizaba para intercambiar consejos personales, hasta los últimos chistes sobre Richard Nixon (entonces presidente de los Estados Unidos)
Ya en 1972 se creó la primera lista de correo electrónico: SF-Lovers, sobre ciencia ficción. El carácter lúdico de la red emergente explica gran parte de la popularidad actual de Internet. Por primera vez, las máquinas tenían un rostro humano.
Pronto se extendió la buena noticia. Las universidades norteamericanas se unieron gradualmente a la red, convirtiéndose cada una de ellas en un único centro (nodo) y dando a los investigadores la oportunidad de publicar sus trabajos en su directorio de protocolo de transferencia de archivos (FTP).
Con los años, Arpa fue perdiendo el control sobre el desarrollo de la red. Investigadores de todos los países de la OTAN se unieron a sus colegas estadounidenses. En 1983, ArpaNet se separó del resto de la red, que pasó a llamarse Internet, Red Internacional o Red Interconectada. A partir de entonces, fue la National Science Foundation (NSF) estadounidense la que financió la llamada columna vertebral, la médula espinal de la red. Poco a poco, otras agencias, como la NASA o instituciones de investigación de otros países, e incluso empresas, como AT&T, conectaron sus propias redes de comunicación a esta red troncal.
El boom de la red
Internet ¿Qué es exactamente?
Una definiciónEn la década de los 90, Internet se presentó al público en general a través de un sistema fácil de usar: la World Wide Web (WWW). El número de ordenadores centrales en la red se duplicó cada año hasta 1994, antes de crecer exponencialmente en 1995. Mientras tanto, aparecieron Mosaic y luego Netscape Navigator, los primeros navegadores, o más raramente visores. El público en general se apoderó de la red. Aparecieron sistemas de búsqueda, sobre todo Yahoo! y luego Google.
Millones de usuarios de ordenadores equipados con módems descubrieron que podían recuperar la información que querían con un simple clic del ratón. Al igual que la televisión, con multitud de programas para todos los gustos, la web parece no tener límites. Inicialmente limitada a académicos estadounidenses, la red ha crecido de forma constante. Internet y la World Wide Web se han convertido en un nuevo estándar informático que no existía antes. No contentos con ofrecer al mundo la mayor biblioteca de textos, sonidos e imágenes de la historia, se convirtieron en el soporte implícito de muchas aplicaciones futuristas: Videofonía, comercio electrónico, juegos multiusuario.
Nadie había previsto semejante explosión y muchos especialistas coinciden en que no han visto nada parecido.
Kommentare